27 dic 2007

Cuestión de Tiempo


La naturaleza conmueve, sólo hay que detenerse a mirar.
No hace falta estar en un una selva, en un glaciar o frente al mar para disfrutarla, todo depende del tiempo que uno se tome para entender algunas cosas que pasan a diario.

En una ciudad, donde lo que abundan son las paredes y pisos, y lo que falta es tierras y árboles; igual la semilla se las arregla para brotar, donde sea.
Cada vez que el largo pasillo que me lleva desde la casa a la calle, voy mirando hacia arriba, en las uniones de techo y pared, esas, que en algún momento han sido carne y uña ahora tienen grietas. Las rajaduras son surco fértil para las semillas que en ellas encuentran cobijo. Las plantas, crecen desde la recta pared. En pocos centímetros terminan con esa línea que tan prolijamente el arquitecto ha planificado en su momento y que el muro viene guardando desde sus cimientos. Definitivamente, la naturaleza no sabe de racionalismo, ni de barroco, ni de gótico, ni de moderno, ni de nada de eso, la naturaleza no sabe nada de arquitectura y creo que poco le interesa.

No importa cuanto dinero costó aquél nuevo edificio o cual es el valor histórico de la vieja catedral, cualquier grieta es trinchera y cualquier huequito sirve para que crezca una flor.
Una vez germinada la pepita, se hace planta y si tiene suerte, llega a ser un pequeño arbolito que sigue abriendo la grieta que lo resguardó cuando semilla, para que otras semillas encuentren su lugar y crezcan junto a él. Tampoco importa cuantas plantas sean arrancadas ni cuantas grietas se arreglen. Siempre habrá nuevas fisuras, nuevos pájaros y nuevos vientos que traerán nuevas semillas.

A veces, andando por esas veredas anchas con árboles grandes, plátanos, olmos, gomeros, me gusta mirar como el árbol se burla del cuadradito de tierra que le asignaron al hacer la vereda. Veo las baldosas levantadas y sigo las líneas, que los caprichos de las raíces han dibujado en la capa de cemento.
Tan fuerte que se veía y ahora está quebrada como galleta en el desayuno.
Caminando por veredas nuevas, miro los árboles y pienso, cuando aparecerá la primera grieta?, por cuanto tiempo la naturaleza le hará creer a la arquitectura que va ganando la pulseada?
Pienso que no importa cuanto cemento, hierro o vidrio se use, la naturaleza siempre gana, siempre quiebra, siempre corroe, siempre desgasta.
La naturaleza no respeta a la arquitectura.
Solo es cuestión de tiempo.



Repercusiones:
Cuando escribí este texto, ya hace algunos años, fuí asistido (involuntariamente) por mi gran amigo el Arq. Germán Saccani. El me asesoró acerca de temas de su área... Un día le llamé y le hice varias preguntas sin explicarle para que eran...

Apenas terminé el texto se lo envié por mail. El se enojó mucho con lo que había escrito e inmediatamente me envió un largo contratexto que se titulaba "Naturalmente arquitecto". Primero me asombré pero después entendí que era lógica la reacción
jejejejj!. Obviamente no voy a publicar el contratexto, pero tengo que reconocer que estaba muy bien armado. Por suerte la cosa no paso a mayores y seguimos siendo amigos hasta hoy (espero que no se vuelva a enojar ahora).

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Germán.
Me encantó lo que escribiste, es tal cual, la naturaleza es indomable.

A proposito te recomiendo una pelicula que se llama "el beso de la serpiente" http://www.imdb.com/title/tt0120100/
Que trata el tema justamente de domar a la naturaleza.

Unknown dijo...

Hola Rodrigo!! si! este texto lo escribí hace tiempo cuando llegó un vecino nuevo a la casa de al lado y entre otras cosas, cortó una planta de palam-palam que estaba en la pared del pasillo y que yo venía viendo crecer hacía varios meses.
Voy a conseguir esa película, gracias por comentar!
Un abrazo.

Héctor dijo...

Tené cuidado. Este texto, no se, me parece un aviso muy fuerte. Cada vez estás más cerca de volverte uno de esos malentretenidos y subversivos que hacen... poesía. Es más, no se si ya no es demasiado tarde.
Héctor, tu preocupado amigo.

Unknown dijo...

Jejej creo que estoy en el límite... ya lo cruzaré en algún momento, no te preocupes...
Hay amigos de ese lado no?
Un abrazo

Anónimo dijo...

Enojarme está en mi esencia, pero la discución es el medio para mejorar las cosas. Debo reconocer que el texto está muy bueno y razonable absolutamente en todo su contenido (no podía ser de otra manera viniendo de alguno de los Rampo's).

"... la naturaleza no respeta a la arquitectura..." Considero que la base de la arquitectura está en el respeto por la naturaleza. No siempre se puede, no siempre se logra... pero vale la pena intentarlo. De todos modos, la naturaleza siempre ganará la pulseada, aunque nuestros clientes nunca lo entiendan!!!

Gracias Germán, sobre todo por ser mi amigo.

Elizabeth Prada dijo...

los maestro mayor de obras tambien aplican como arquitectos?